BIORRESONANCIA
La terapia de Biorresonancia se basa en la evidencia
científica que el cuerpo humano posee una capacidad propia de autocuración que
debemos estimular para recuperar el estado de salud. Este es un principio clave
compartido con la medicina biológica o natural por lo que la Biorresonancia se
encuadra dentro de esta disciplina.
Por medio de ondas electromagnéticas de naturaleza similar a
las fisiológicas se restablece esta capacidad autorreguladora del organismo.
Por esta razón, esta terapia mantiene una conexión muy estrecha con los
principios de otras terapias energéticas como la acupuntura o la homeopatía.
Partimos igualmente
del principio que en la enfermedad se da primero una alteración “energética”
antes de la alteración funcional y la posterior alteración orgánica. Como
trabajamos en el campo de la energía podemos diagnosticar una alteración antes
de que aparezcan los síntomas funcionales u orgánicos: es decir el análisis por
Biorresonancia puede usarse también como una muy eficaz técnica de prevención.
La Biorresonancia
potencia la capacidad de autocuración del paciente; como trabajamos a nivel
energético es más correcto utilizar el término armonización al, potenciando
esta autorregulación, actuar sobre la causa primaria de la enfermedad que es el
desequilibrio energético.
El Terapeuta utiliza
frecuencias específicas para poner al paciente en sintonía con la salud,
restituyendo al organismo las frecuencias concretas que se han visto mermadas o
debilitadas en el proceso de enfermedad. La resonancia es común en patrones de
energía emitidos por otros remedios vibracionales, algunos ejemplos son: los
florales de Bach, los elixires de gemas o gemoterapia, la colorterapia, la
litoterapia o cristalterapia…
La Biorresonancia
centra su objetivo en la búsqueda de las causas que generan las enfermedades,
realizando un test sistémico y un análisis causal completo de los orígenes de
las enfermedades: los desequilibrios metabólicos, la disbiosis intestinal, la
carencia de sustancias vitales (vitaminas, oligoelementos), las intolerancias
alimentarias, la presencia de tóxicos, parásitos o patógenos, las alteraciones
sistémicas, el impacto en el organismo de geopatías o contaminación
electromagnética y un largo etc. Después armoniza las frecuencias del individuo
que se encuentren alteradas activando las fuerzas de autorregulación del
organismo.
Con la Biorresonancia se benefician:
- Alteraciones del estado de salud, enfermedades inmunológicas, alergias e intolerancias y en procesos inflamatorios relacionados con éstas (Crohn, sinusitis crónica), en casos de dolor e inflamación articular y en recuperación de lesiones deportivas o en la preparación para el esfuerzo previa a una competición, en procesos reumáticos, migrañas/cefaleas, etc.
- Trastornos del estado general, cansancio o disminución de la capacidad de trabajo, estrés, trastornos del sueño, problemas de concentración o aprendizaje, tratamiento de tabaquismo o adicciones, debilidad inmunológica, etc.
- Intoxicaciones, sobrecarga de toxinas medioambientales, trastornos por materiales odontológicos, efectos causados por uso inadecuado de medicamentos, efecto en el organismo de geopatías o campos electromagnéticos, etc.
En cuanto a su efectividad, hay una gran variación en cuando
a los resultados, dependiendo del enfermo, de la enfermedad, del tiempo que
hace que está instalada y de los daños físicos o orgánicos ya experimentados.
En algunos casos los resultados se perciben de inmediato, como por ejemplo en
el caso de dolores o en las inflamaciones agudas. La duración del tratamiento
depende del paciente, edad, salud y capacidad de su sistema inmunológico,
extensión, duración y tipo de patología. En el caso de dolencias agudas, de 3 a
4 sesiones de 1 hora suelen ser suficientes. En el caso de condiciones
crónicas, de 7 a 10 sesiones de 1 hora o más.
Al transmitir al paciente sus frecuencias fisiológicas la
Biorresonancia es 100% segura, sin efectos secundarios, contraindicaciones o
sobredosis. Se puede usar también con total seguridad en niños.
La Biorresonancia es totalmente complementaria con la
medicina tradicional. Es más, si el paciente combina su tratamiento alopático
con esta técnica se contribuye a acelerar la mejoría física y psíquica y a
atenuar los efectos adversos del primero. Para la harmonización por
Biorresonancia no se necesitan ingerir medicamentos, aunque durante la
aplicación de la terapia se puede por el mismo principio de ésta producir
gránulos de homeopatía con la misma carga energética del tratamiento y así
permitir al paciente prolongar la exposición al efecto de la terapia hasta la
siguiente sesión.
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